DEBIDA DILIGENCIA: Próxima nueva DIRECTIVA EUROPEA

Necesaria ACCIÓN SINDICAL para su inmediata APLICACIÓN y su futura mejora

1 de abril 2024

Isidor Boix

Estamos en puertas de una nueva Directiva europea sobre Diligencia Debida. Una norma obligatoria para todos los Estados y sus instituciones, que han de gestionar su aplicación, y para las empresas multinacionales, sobre un tema en el que desde inicios de este siglo se está trabajando de forma muy desigual: el trabajo decente y la defensa del ambiente en las cadenas de suministro de las multinacionales de matriz europea.

El pasado 28 de febrero el Consejo de Europa bloqueó lo que parecía un acuerdo consensuado a lo largo de 3 años de trabajo institucional sobre un texto que pretendía establecer las bases obligatorias para el respeto a los derechos fundamentales del trabajo y ambientales en las cadenas de producción, de suministro, de las multinacionales europeas. La negativa del Consejo fue resultado de la eficaz presión del lobby empresarial sobre algunos gobiernos (Alemania y Francia principalmente).

Parecía que esa negativa desencadenaba una respuesta, una necesaria respuesta social. La Confederación Europea de Sindicatos anunciaba movilizaciones el mismo día. IndustriALL  Global Union afirmaba que “los trabajadores no aceptarán”. CCOO y UGT se sumaban  a esas denuncias. A ello me referí hace unos pocos días.

Pero han ido pasando los días sin más noticias, hasta que el 15 de marzo se anunció que los Estados europeos han llegado a un nuevo consenso que supone reducir el ámbito de aplicación de la Directiva, subiendo los listones del nº de trabajadores hasta 1.000 y de facturación hasta 450 millones de € anuales de las empresas directamente obligas por el previsto nuevo texto legal europeo. A ello han de sumarse las críticas por el escaso papel que se atribuye a los sindicatos (limitado a la consulta), a la relativa indefinición de las “cadenas de suministro”, y otras. Y, de nuevo, el silencio social.

Ahora estamos a la espera de su aprobación definitiva prevista en la última reunión del Parlamento Europeo (anunciada para finales de abril), antes de su disolución por las convocadas elecciones europeas del mes de junio.

Más allá de sus evidentes limitaciones, de los años transcurridos desde que se inició su negociación, de las declaraciones más o menos solemnes al respecto, y de la aún escasa incidencia sindical en esta problemática, es evidente que la aprobación de una Directiva Europea sobre Debida Diligencia será un acontecimiento importante. Será la primera disposición sobre estas materias de cumplimiento obligatorio en toda la Unión Europea.

No será sin embargo la primera disposición transnacional al respecto, pues las ha habido en el ámbito de la negociación colectiva. Desde hace años, particularmente desde los inicios de este siglo, se vienen discutiendo estas cuestiones con desigual incidencia desde el sindicalismo organizado, lo que ha conducido a acuerdos de algunas multinacionales con el sindicalismo organizado. Acuerdos concretados en forma de “Acuerdos Marco Globales” (AMG) de los que hay más de un centenar en el mundo, con las multinacionales españolas y nuestro sindicalismo en un buen lugar relativo. Pero no debe olvidarse que en el mundo hay varios miles de multinacionales (unas 60.000), con anuncios unilaterales en unas 10.000 de ellas de sus compromisos con los derechos fundamentales del trabajo y con el ambiente. La mayoría de estos anuncios unilaterales no son sin embargo más que declaraciones empresariales de muy escasa aplicación y de nula verificación. Y de demasiados AMG sólo se conoce el texto firmado.

De Acuerdos Marco globales hay 113 en el mundo, de ellos 47 en el sector industrial. España, con 14, se encuentra en el primer grupo de 5 países con más de 9. En nuestro país tenemos una significativa experiencia en la industria de la moda, con 4 acuerdos mundiales de multinacionales de cabecera española con la Federación Sindical Internacional y/o los sindicatos españoles, sobre los 9 que se han suscrito en todo el planeta en ese sector industrial.

En algunos países europeos se ha regulado ya legalmente esta materia con normas de diversa eficacia, en Francia la de más interés.

La prevista definitiva aprobación de la nueva Directiva a finales de abril plantea de nuevo un viejo problema de permanente vigencia, la función del sindicalismo organizado. Y una necesidad: superar la fácil y bastante generalizada práctica de señalar lo que han de hacer los demás (instituciones, empresas, …), pero con muy pocas o ninguna iniciativa de lo que hay que hacer desde la acción sindical para que los demás (empresas en particular) hagan lo que decimos que han de hacer, olvidando la vieja experiencia de que el avance legislativo e institucional es siempre resultado de exigencias y avances sociales, de la movilización social y también de los acuerdos sociales conquistados.

A la espera del texto definitivo de la Directiva y del evidentemente necesario análisis de su  contenido, de las seguras críticas que éste suscitará, puede ya afirmarse que sólo con una fuerte presión sindical será posible su adecuada aplicación en primer lugar, así como su futura y necesaria mejora.

Ahora lo esencial es QUÉ HACEMOS, qué hace el sindicalismo organizado desde sus estructuras nacionales y supranacionales (Federaciones y Confederaciones Sindicales) y desde los centros de trabajo (Secciones Sindicales). En primer lugar, aunque no sólo, en relación con las multinacionales directamente afectadas por la próxima Directiva. También qué iniciativas decide el sindicalismo a partir de esa Directiva para una acción generalizada sobre esta materia. Convendría, si no se ha hecho ya, prever e impulsar iniciativas de forma inmediata.

Y para empezar, algunas ideas al respecto:

  1. Establecer la lista de empresas multinacionales de cada país europeo de más de 1.000 trabajadores y más de 450 millones de €uros de facturación anual a las que se aplica esta Directiva de forma directa. Y considerar también otras multinacionales que por la presencia sindical o su particular significación social y/o empresarial sean de interés para su aplicación inmediata.
  2. Examinar los compromisos unilaterales de Responsabilidad Social Corporativa de tales multinacionales y su balance, en general en su Memorias anuales. En las de los sectores de la industria química y del textil-confección debería ayudar la aplicación de lo que está establecido en sus respectivos convenios colectivos sectoriales desde hace años, aunque de muy escasa aplicación hasta ahora.
  3. Examinar con esas empresas la relación de todos los centros de trabajo en el mundo de su cadena de suministros: proveedores, contratas y subcontratas hasta su último eslabón de subcontratación, trabajo domiciliario incluido, todo ello en los ámbitos de la economía formal e informal.
  4. Proponer la discusión con la dirección empresarial de cada multinacional del plan de aplicación de la Directiva y la intervención sindical en el mismo.
  5. Trabajar con la perspectiva de alcanzar en cada ámbito, tanto de multinacional como de país, acuerdos de mutuo compromiso, estableciendo responsabilidades y derechos, propios y compartidos, para el respeto de los derechos fundamentales del trabajo (“trabajo decente”) y ambientales.Utilizar a estos efectos la experiencia -contenido y aplicación- de los Acuerdos Marco Globales ya establecidos, con particular atención a los que han documentado su experiencia, entre ellos los de las 4 multinacionales españolas de la industria de la moda (Inditex, Mango, El Corte Inglés –ampliado en ésta a los demás sectores industriales y productos de marca propia- y Tendam), con la de Inditex como aún la de mayor interés.
  6. Para todo ello, es esencial que la intervención, propuesta y movilización sindicales para la negociación y el acuerdo no se planteen sólo desde la perspectiva de aplicación de una norma vinculante, sino desde la asunción del propio interés sindical y del presumible empresarial. Interés sindical ciertamente solidario, pero conscientes de que la globalización de los derechos del trabajo y ambientales interesan no sólo a los destinatarios de la solidaridad sino también a los llamados a practicarla.
  7. Y desde las organizaciones políticas del Gobierno progresista de coalición de España, con iniciativa también desde CCOO y UGT (aunque no sea la tarea prioritaria al respecto), habrá que plantearse ya la rápida transposición de esta Directiva, su aplicación y posible desarrollo, utilizando para ello el interesante trabajo (proyecto de ley) desarrollado en la anterior legislatura.
  8. Aunque estas notas están esencialmente orientadas a recordar la experiencia sindical y a plantear su necesaria perspectiva, no estaría de más que el sector empresarial hiciera una reflexión individual y colectiva sobre la prevista Directiva y lo que supone la RSC, analizando en particular cómo han sido también de interés empresarial su experiencia al respecto y particularmente los acuerdos concluidos. Y que las multinacionales que los han pactado asumieran un liderazgo al respecto.
  9. Independientemente de sus contenidos y sus limitaciones, esta Directiva, la primera norma legal de ámbito supranacional abordando esta materia, abre sin duda una nueva etapa de evidente interés y responsabilidad para la acción sindical.
  10. Seamos optimistas.

Publicado por Isidor Boix Lluch

• Nací en diciembre de 1939. Bachillerato en el Liceo Francés de Barcelona. Ingeniero industrial por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Barcelona (ETSIIB) en 1965 (interrupción 1961-1963, con exilio en la RDA), y licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona en 1985. • Actividad sindical y política antifranquista (universitaria y laboral) desde 1957. Ingreso en el Moviment Socialista de Catalunya (MSC) en 1957, y en el PSUC-PCE en 1958. Secretario de la Cámara de Facultad de Ingenieros y organizador del “Aula de Cultura” y de la biblioteca de estudiantes en la ETSSIB. Miembro del Secretariado del Comité Ejecutivo del PSUC y del Comité Central del PCE (1972-1976), etapa en la que fui el responsable de la organización comunista de la SEAT y responsable de organización del Cte de Barcelona del PSUC. Afiliado al PSC-PSOE de 1978 a 1981 (Consell Nacional y CE de Barcelona, delegado más votado en Catalunya con Pascual Maragall al 28 Congreso del PSOE). PSUC-ICV de 1981 a 1986. • Represión política bajo el franquismo: Perseguido por el Tribunal especial de “represión del comunismo y la masonería” del coronel Eymar en 1961, exilado en Francia y la República Democrática Alemana (RDA) de 1962 a 1964, con estudios en ésta (Leipzig) en el Instituto de Física Nuclear dirigido por Klaus Fuchs. Octubre 1965, al finalizar los estudios de ingeniería: expulsión de Profesor No Numerario de la Escuela de Ingenieros ETSIIB de Barcelona (por parte del director Orbaneja) tras haber dado una sola clase de prácticas de Investigación Operativa (en la cátedra del Profesor Torrens Ibern). Expulsión del Ejército, tras las prácticas como Alférez de Complemento de las Milicias Universitarias, por Orden del Ministro del Ejército de 7 de junio de 1968. Despedido de varias fábricas (Philips-Lámparas Z, Hijos de Miguel Mateu, Matesa y Siemens) de 1965 a 1967 por presión de la policía franquista de Barcelona y Madrid. Clandestinidad en Barcelona, con orden policial de “busca y captura” por la brigada político-social de los hermanos Creix (1969-1975). • Trabajé como ingeniero en 1966 en el Servicio de Estudios del Banco Urquijo y en Solvay de 1967 a 1969, cesando como consecuencia del intento de detención en el Estado de Excepción de 1969. En los momentos sin trabajo por los despidos laborales traduje algunos libros del alemán, entre ellos una “Introducción a la teoría de la relatividad” de Vladimir Kourganoff (1967, Ed. Labor) o “La responsabilidad del científico” de Max Born (1968, Ed. Labor) • Actividad sindical (universitaria y laboral): organizador con María Rosa Borrás del clandestino Comité Interfacultades de la Universidad de Barcelona (precursor del SDEUB) en 1958. Comisión Obrera Local de Barcelona 1966-1969. Desde 1975 a 1978 y de 1980 a 1982: despacho laboralista de Albert Fina y Montserrat Avilés (“departamento sindical” con el asesoramiento convenios del Metal de Barcelona, La Vanguardia, Catalana de Gas, …). 1978 a 1980 en UGT de Catalunya (gabinete técnico de la Secretaría General). Desde 1982 hasta ahora en CCOO (Metal de Catalunya, Textil y Química -FITEQA-CCOO- e Industria estatales). Responsable por CCOO de la negociación de convenios estatales y de grandes empresas (Industria Química, Textil-Confección, Perfumería, Metal de Barcelona, SEAT, Nissan, Michelin, Firestone, Roca Radiadores, Fertiberia, …) y de la reestructuración del sector fertilizantes estatal (1991-94). • He sido miembro de los órganos de dirección de CCOO (Comisiones Ejecutivas Confederal, del Metal y de FITEQA) y de Federaciones Sindicales europeas e internacionales de los sectores de la Química-Energía y del Textil-Confección-Piel (FSH, FITTVC, ICEM, IndustriALL Global Union). Jubilado administrativamente en 2009, seguí trabajando como voluntario a plena dedicación hasta 2016. Actualmente sigo colaborando con la Secretaría de Internacional de la Federación de Industria de CCOO. • En la acción sindical sobre RSE (Responsabilidad Social Empresarial) desde el año 2000, principalmente con Inditex, Repsol, Mango y El Corte Inglés. Coordinador de IndustriALL Global Union para el Acuerdo Marco Global con Inditex 2007-2017, Coordinador en nombre de CCOO en 2011-2013 de un Grupo de trabajo del CERSE (Consejo Estatal de Responsabilidad Social de las Empresas), Coordinador del grupo “Cadenas de Suministro” del Foro Social de la Industria de la Moda de España desde 2016. En aplicación y desarrollo de los criterios sindicales sobre RSE ha visitado unas 150 fábricas proveedoras de las marcas de vestido españolas (proveedora de Inditex, Mango y El Corte Inglés) de Brasil, Argentina, Portugal, Marruecos, Túnez, Turquía, India, Bangladesh, Camboya, China y Vietnam. Visitas a las comunidades indígenas de las zonas de extracción de hidrocarburos (REPSOL y otras) de Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia en relación con la explotación de hidrocarburos en las selvas de Latinoamérica y la aplicación del Convenio 169 OIT. • Cofundador del FORO SOCIAL DE LA INDUSTRIA DE LA MODA DE ESPAÑA en 2016, Miembro en 2020 de la Secretaría Técnica y Responsable del Grupo de Trabajo sobre Cadenas mundiales de Suministro • Impulsor en enero 2020 de la “PLATAFORMA estatal de APOYO AL GOBIERNO PROGRESISTA de España” y miembro del grupo coordinador de la correspondiente Plataforma de Catalunya. • Pueden leerse artículos de opinión sobre temas políticos y sindicales en: https://isidorboix.wordpress.com/, http://iboix.blogspot.com/, https://www.nuevatribuna.es/author/isidor-boix, y en Facebook: https://www.facebook.com/profile.php?id=100006686644323&fref=ts • Una primera parte de mis memorias (hasta 1977) se encuentra en: http://www.industria.ccoo.es/50cf48261d58b4394a63f7e7ef70839b000060.pdf

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